De qué se trata este blog?

Eventos de mi vida cotidiana. Gente, fotos, cosas que ví, situaciones que viví, colores que se me grabaron, músicas, palabras.





martes, 25 de marzo de 2014

Murciélago porteño

Hoy llegué a las 6:30am desde Córdoba en ómnibus y en el pasillo de mi departamento un murciélago rebotaba entre mi puerta y la del frente. Me acosté en el piso y empecé a arrastrarme para llegar a la puerta, con la cartera me tapaba el pelo (que nunca se te enganche un murciélago en el pelo, me decían). Mientras tanto pensaba, este bicho no me da tiempo a pararme, poner la llave y abrir sin que también entre él a mi casa. Deben haber sido 5 minutos, pero eternos. Por suerte de tanto volar por el pasillo en una de esas encontró una salida por una ventana. Me paré rápido, me reí un poco de mí misma, abrí la puerta y entré sola. Qué ironía, tres días de puro campo y en plena capital porteña me enfrento a la naturaleza.

sábado, 21 de julio de 2012

Vivir en otro idioma


Si uno pudiera vivir la vida según su nivel de conocimiento de un nuevo idioma, la vida sería tan fácil!! Viviríamos en el presente simple, nada de pasados ni futuros (ni hablar de pluscuamperfectos). Usaríamos sólo los verbos regulares, sin verbos complicados ni preposiciones. Todo sería muy real, sin ironías, sin condicionales.


Esta es mi vida en un nuevo idioma, espero poder aplicarlo algún martes cualquiera:


A la mañana desayuno café, tostadas y miel. Nunca desayuno fruta. Después leo el diario. A veces escucho ópera.
Al medio día almuerzo pollo o pizza. También me gusta almorzar ensalada, porque soy deportista. 
Después paseo. A la tarde trabajo mucho. Me gustaría trabajar poco.
A la noche hablo por teléfono.
Los fines de semana descanso mucho, paseo mucho y pienso poco.


Me encanta eso de leer el diario. Pensar que en español tomo un café apurada y salgo corriendo...

sábado, 17 de marzo de 2012

Sushi en la calle

Ayer fue un día especial, el viernes que necesitaba para cerrar la semana. Con el tiempo creo que nos va quedando más claro cuáles programas disfrutamos, cuáles forzamos un poco porque hay que hacerlos, y cuáles nos aburren horrores y los podemos esquivar. Y últimamente, los esquivo!

Mi amigo Seba me había dicho, viernes noche de rollers en Puerto Madero. Perfecto! ya arrancamos bien. Partí con mis calzas en una mochila, me cambié en el baño de uno de tantos restaurantes que hay.

Llegó Seba, patinamos por todos lados, se hizo de noche, puras luces, gente de gala (alguna gente ridículamente vestida, de más!) gente con champagne en un barco, se empezó a comer en los restaurantes, todos impecablemente vestidos. Yo de calzas y pelo suelto (quise comprar una gomita pero con patines mi acceso estaba restringido a los negocios).

Hora de comer...tenía la idea fija de Sushi. Pedimos sushi acá en el aire! nadie nos lo puede prohibir. A ver dirección, donde dejamos el auto estacionado: Juana Manso 1181, 2º B (nada de explicar que no tenemos casa fija, olvidate de recibir el pedido). Entre qué calles, pregunta la chica sushi. Parto patinando a la esquina: Azucena Villaflor! En 50 minutos está su pedido. Disculpá, nos anda mal el portero, nos llamás cuando llegue el repartidor?

Partimos a comprar cervezas, unas importadas para probar. Al ratito llega nuestro pedido 2º B? Si! A ubicarnos. Creo que en ningún restaurante hubiéramos tenido esa vista: un banquito en pleno puerto madero. Con el río y las luces encima.

Y ahí pensaba, vos acá me das mesa, silla, plato, flor en la mesa, música ambiente, mozo que me pregunte qué quiero, carta para leer y pensar , yo toda vestida (o sea que no vendría de patinar toda la noche, vendría de casa, bañada) y no hay chances que sea más feliz que ahora, con mi ropa cómoda, mirando el río, tomando cerveza del pico y comiendo 17 piezas de sushi!

Tenemos que aprender a escucharnos. Los programas no son fijos, se inventan. O tenemos que tener más amigos como Seba, capaz es eso.

miércoles, 7 de marzo de 2012

Del aire y la ocupación de asientos facultativos

Disculpá, sabés por dónde para el 107? El tipo me mira y me hace un gesto de círculos con la mano, como delimitando el aire: por ahí, en la esquina. Yo ya conocía este gesto, aunque en Capital Federal todavía no lo había visto nunca. Es el gesto de: para ahí, no está el cartelito pero todo el mundo sabe que es ahí, y efectivamente para. Y era verdad, frenó.

Mientras miraba el gesto de repente me vino un flash de la facultad. Aula H o I, ya todos los asientos ocupados, la gente que se empieza a sentar en el piso, otros se asoman por la ventana. Y querés guardar un lugar, pero como ya no hay asientos, solamente podés guardar aire. Entonces viene alguien y se para al lado tuyo y le decís, mirá disculpá, pero está ocupado. Con el gesto delimitando aire (en realidad es como que ocupabas una mínima porción de piso con su aire correspondiente). Y probablemente esa persona ni se asombraba y se iba, tan simple como que estaba ocupado.

Con estas imágenes en la mente de repente me acordé cómo era cuando llegabas más temprano y sí había asientos. Empezabas a poner útiles ocupadores. Nunca estaba bien definido cuál era el límite: cuaderno iba, cartuchera iba, libro era el mejor...pero de ahí en más, una lapicera? hojas cortadas de un cuaderno? folleto de Franja Morada? ese último era sabido que no tenía valor ocupador, pero la ilusión nunca se perdía, lo ponías igual. Si lo respetaban, buenísimo, tu amiga se sentaba cerca. Si no, ya sabíamos que sonaba a gilada.

lunes, 5 de marzo de 2012

Me enteré de una obviedad

Hoy fue uno de esos días en que te enterás de una obviedad. En mi caso fue: no hay canillas públicas en las entradas de los edificios.

Plena lluvia, paraguas, pollera que se volaba con el viento, ojotas tipo hawaianas (feliz por ser previsora, este par dormía en la oficina desde el día de la gran tormenta, esperando otra ocasión para salvar zapatos mejores) venía yo con todo esto y el ipod, caminando rápido. De repente (raro en mí, realmente no suelo ser torpe) pateo y con mucha fuerza un pedazo de botella tipo whisky. La tapa sola, clavandome de lleno el vidrio en un dedo.

Nada grave, pero me empieza a salir sangre y era incómodo. Así que me quería lavar y parecía chiste, sobraba agua de lluvia. A ver, me acerco al primer edificio casi imaginándome la típica canilla asomada. Nada. El otro. Nada. Epaaa será que lo de las canillas era sólo de barrio? o de barrio del interior? Ahí hice memoria y es verdad que la última vez que usé canillas así en la calle era de chica, para cargar bombuchas o tomar agua, pero estamos hablando de años luz atrás.

Y dónde enganchan las mangueras todas las mañanas los encargados impecablemente vestidos de color beige y botas negras?? adentro del edificio, están ocultas? o están tapadas y no las vi?

Cuestión que caminé así como 6 cuadras hasta Arquería. Pensé en lavarme con un chorrito de lluvia, pero me dolía y la sensación de la gota aleatoria e incontrolable no me gustaba.

Ahí sí llegué a una canilla privada y hasta me dieron alcohol en gel y curitas. Un lujo.